MARCHA CONTRA EXPLOTACION MINERA EN CAJAMARCA

jueves, 12 de julio de 2012

PERU: SIGUE RESISTENCIA PACÍFICA CONTRA PROYECTO MINERO CONGA EN CAJAMARCA

 jueves, julio 12, 2012

SIGUE RESISTENCIA PACÍFICA CONTRA CONGA EN CAJAMARCA

En el marco del paro nacional y la resistencia pacífica en Cajamarca contra el proyecto minero Conga de la transnacional Newmont Mining Corporation y recordando los 8 días de la masacre y asesinato de 5 defensores del agua de Celendín y Bambamarca; hoy se realizó una peculiar manifestación respetando el Estado de Emergencia, amordazados y con oraciones luego de una misa en la Iglesia San Francisco y una momería en la plaza de armas ante la atenta mirada de las fuerzas policiales que no tuvieron un mínimo de provocación para actuar.

Después de una semana de la brutal gospiza que reció por parte de la policía reapareció el padre Marco Arana, quien acompañado de sus amigos y familiares acompañó en la manifestación.


Desde muy temprano llegó tambien el presidente regional Gregorio Santos Guerrero, quien luego de participar en la misa acompañó a la congregación en la romería que cada minuto que pasaba se unían más cajamarquinos.

Desde muy temprano también llegó a la iglesia San Francisco el Presidente regional Gregorio Santos Guerrero



La devastación no va, la muerte es inviable


Alfredo Mires Ortiz

En estas semanas, la historia de Cajamarca alcanzó un pico muy alto en la cordillera de la ignominia que se viene imponiendo desde hace casi 500 años. Espanta ver el mortífero poder que el oro sigue teniendo frente a la vida de nuestra tierra.

Desde hace 19 años se explotan aquí las minas de oro más ricas del continente y, en todos estos años de explotación, hemos visto crecer desmesuradamente la corrupción y la impunidad, la desconfianza y la polarización de la sociedad, la pobreza y las enfermedades, la constante falta de agua y la delincuencia, entre muchas otras calamidades.

Nadie en su sano juicio puede creer que lo que está en juego es el desarrollo del país.

Cajamarca es la prueba rotunda de este embuste: el propio informe técnico y oficial "Evolución de la pobreza 2007-2011" –emitido a fines de mayo por el Instituto Nacional de Estadística e Informática– señala que Cajamarca pasó del segundo al primer grupo de Departamentos con mayor nivel de pobreza entre el 2010 y 2011, con rangos entre 53 y 57 por ciento, y forma parte del grupo con mayor pobreza extrema, con rangos entre 20.2 a 24.3 por ciento: Apurímac y Cajamarca resultan siendo los arquetipos de este sistema que produce miserias.

En el mes de junio, para variar, el informe “Perú: The Top 10.000 Companies 2012” señalaba que la Compañía de Minas Buenaventura (que tiene el 43% de participación en Yanacocha) había obtenido 663 millones de dólares de utilidades en el año 2010 y se había colocado en el cuarto lugar de las empresas con más ganancias.

En medio de los estragos del cambio climático, ante las promesas incumplidas y frente a la amenaza de fulminación de una vital zona acuífera –por parte del nuevo y millonario proyecto Minas Conga–, las comunidades campesinas y poblaciones cajamarquinas ejercieron su legítimo derecho a decir No.

De inmediato –y pese a que las manifestaciones eran completamente pacíficas y hasta corteses–, una granizada inmisericorde de epítetos se desató contra el pueblo cajamarquino. Innumerables abominaciones y desahucios han manado por letra de mucha prensa, de aparatosa pantalla y por boca de un cúmulo de entendidos sobre una tierra que no conocen.

Este oscurantismo mediático se encargó no sólo de torcer la realidad sino de azuzar el vergonzoso racismo que parasita en nuestro país. Muchos comentarios en las redes sociales no cesan de decir que somos salvajes e incivilizados, que estamos atrasando a toda la nación y que sólo somos una sarta de indios piojosos y terroristas, que deberían desaparecernos y bombardearnos con napalm.

Supongo que es muy difícil de entender el sentido de comunidad para quienes sólo succionan en las ciudades y no se atreven a ponerse en la posición de los otros ni a hacer suya la osadía del mañana. E inspiran una profunda lástima quienes ignoran que la leche, el pan o las papas que consumen cada día no tienen su origen en el supermercado, sino en el esfuerzo portentoso de quienes labran día a día la tierra regada con agua que anida en las lagunas y los humedales que ahora se quiere destruir.

Estoy en la Plaza de Armas de Cajamarca: unas setenta mil personas pueblan esta plaza en una de las cotidianas concentraciones que se iniciaron el 31 de mayo pasado. Miro a mi prójimo: esta señora que está con su niño en los brazos, ¿es una terrorista? Este anciano que llora en silencio para que no destruyan los manantiales, ¿es un bárbaro? Estos estudiantes que protestan para que no se destruyan los delicados ecosistemas en donde nacen ríos y fluyen alimentos, ¿son unos vándalos? Esta monja que multiplica los panes en el fogón de la olla común, ¿es una “agitadora profesional”? Esta pareja que proclama su indignación y su ternura, ¿son delincuentes intratables?

En esta gente que marcha perviven los abuelos y también palpitan los nietos. Hay una memoria insumisa en esta ciudadanía, un heroísmo planetario, una tierra hablando a través de sus hijos, una filiación restituida con la naturaleza.

Hemos escuchado a doctos capitalinos decir que tras todas estas protestas hay financiamiento de ONGs, “Si no, ¿de dónde han sacado dinero para pagar sus pasajes y alimentarse durante todos estos días lejos de sus casas?”. Sólo una indigencia espiritual impide comprender la gigantesca solidaridad que ha manado en este tiempo: después de las marchas, cuando había que dar su donativo para sostener los trajinares, en las interminables colas que se formaban, hasta el mendigo del pueblo estaba presente.

Esta comunión enaltecida, esta fraternidad renovada, esta indómita alegría creativa, no obstante, también se vio azotada por el pavor y la desolación. Muchas de las manifestaciones han sido violentamente reprimidas, en medio de numerosas medidas coercitivas. La tarde del 3 de julio tres manifestantes –entre ellos un menor de 16 años– murieron por disparos de armas de fuego en Celendín; quedaron también más de 30 heridos y varios detenidos. El día 4 otra bala mató a un comunero en Bambamarca; y la mañana del 5 falleció uno de los heridos de Celendín.

Una profunda consternación nos lacera: Joselito Sánchez, Faustino Silva, César Medina, Eleuterio García y Joselito Vásquez no estarán físicamente para celebrar la victoria de esta justa, leal e inagotable demanda de nuestra tierra.

Teníamos que enterarnos otra vez que “establecer el orden” significaba asesinar inocentes. O será que no lo entendemos porque somos salvajes: al día siguiente de impuesto el estado de emergencia, se desató la represión en Cajamarca con la brutal detención del R.P. Marco Arana; cuando una señora preguntó a los policías “¿Por qué nos tratan así?”, uno de ellos contestó “¡Porque son perros, conchatumadre!”.

Pero más allá de la indignación y de la infamia, Cajamarca ha colocado las concepciones y los modos de vida en la dimensión nacional. Si no hubiera alternativa quizá hasta podría entenderse la obcecación extractivista, pero aquí prevalece una primigenia y extraordinaria sabiduría agrícola, así como el temple para cultivar en paz y la sensibilidad para criar creciendo en una geografía regalona y desafiante.

No puede seguir ignorándose el testamento del agua y de la tierra: leer ahora esta realidad es un paso imprescindible para descifrar el porvenir de todo el mundo.

Muchas gracias por acompañarnos con su ánimo. Ustedes asumen el valor de ponerse en el pellejo del otro y eso nos enaltece y vigoriza.




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posted by Andres A. Caballero H. @ 1:00 PM   0 comments 

PARO EN TACNA A FAVOR DE CAJAMARCA


FRENTE ÚNICO REGIONAL - TACNA
FUR – Tacna

PRONUNCIAMIENTO

PARO NACIONAL POR EL CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO


El pueblo de Tacna, representado por sus organizaciones sociales de base, patrióticas, sindicales, gremiales, económicas, juveniles, femeninas, universitarias, campesinas, agrarias, religiosas, agrupadas en el Frente Único Regional, nos dirigimos a la opinión pública local, regional y nacional:

Primero. Esta probado que el modelo económico impulsado por el gobierno de Ollanta Humala y las transnacionales atenta contra la biodiversidad y la vida, asimismo, es absolutamente contrapuesto a los legítimos derechos e intereses de los pueblos del Perú. Por tanto, el Frente Único Regional, condena enérgicamente la actitud genocida del gobierno “nacionalista” que ha terminado con la vida de cinco compatriotas en la heroica resistencia del pueblo de Cajamarca.  

Segundo. Una gran minería que saquea, contamina y destruye todo lo que toca es inviable. Una gran minería que no trae progreso para su  pueblo es una minería inaceptable. Una gran minería que usa tecnología que incluye mercurio, cianuro, cadmio, es obsoleta, inadmisible e incompatible con la vida en general. Por eso, los pueblos de costa, sierra y selva tienen claro que esa minería es absolutamente nociva para la vida y el desarrollo de los pueblos. Un nuevo marco jurídico para la explotación minera se impone por la fuerza de los hechos.

Tercero. La convulsión social crece en la medida que el gobierno de Ollanta Humala, que protege los intereses de las transnacionales y sus sirvientes nacionales, pretende que el Perú siga como antes: saqueado en sus riquezas naturales, contaminadas sus aguas, aire y tierras, con salarios de hambre para los trabajadores e inmensas riquezas para un minúsculo grupo parasitario que vive de la bolsa y la banca, con redes mafiosas festinando a sus anchas y, corrupción y delincuencia, creciendo sin límite. Pero no ¡El Perú no puede seguir como antes!

Cuarto. Los problemas de Conga, Espinar, Tía María, Cerro de Pasco, Huancavelica, Toquepala, Pucamarca, Puno, Amazonía, etc. grafican que los conflictos minero – ambientales son un problema de carácter nacional. Por tanto, la solución a los problemas no pueden ser soluciones parciales. La solución pasa por el cambio de la política minera del Estado. Una nueva política debe considerar básicamente tres aspectos: Uno, la exclusividad del uso de agua dulce para la agricultura y la población; Dos,  minimización de los impactos de la actividad minera mediante la prohibición del uso de sustancias químicas nocivas (p.e. cianuro, mercurio, cadmio); Tres, la cuantificación permanente de los impactos negativos de la explotación minera que den lugar a la creación de un impuesto destinado a la reparación de dichos daños, sin perjuicio de la prohibición de los proyectos mineros en cabecera de cuencas.

Quinto. El Perú está de pie. ¡Paro Nacional! Es la voz indignada de hombres y mujeres de costa, sierra y selva contra la prepotencia, intransigencia y violencia de las transnacionales y los gobiernos serviles que no se detienen ni en el asesinato de pobladores indefensos que ejercen su derecho a expresarse. Esas voces, indignadas y resueltas, exigen un nuevo contrato social que ponga de pie lo que está parado de cabeza: ¡El capital debe subordinarse al trabajo y no al revés, como ocurre actualmente!

Tacna, 11 julio 2012

¡PARO NACIONAL POR EL CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO!
¡Libertad de los luchadores sociales detenidos en Espinar y Cajamarca!
¡Abajo el gabinete Valdes!
¡Juicio político - penal a los responsables del asesinato de 20 peruanos en menos de 1 año de gobierno “nacionalista”!
¡No a los proyectos mineros en cabecera de cuenca!
¡La ampliación del proyecto minero Southern no pasará!




Por Paul E. Maquet
Tomado de Revista Ideele
No hay nada de radical en decir eso: no estoy diciendo “no a la minería”, estoy diciendo NO a este proyecto específico.
¿Por qué? ¿Por necio? No, al contrario, por argumentos concretos y sensatos.
Primero, porque cuatro lagunas naturales no se pueden reemplazar por reservorios artificiales. Eso está claro: no es lo mismo. Las lagunas son un ECOSISTEMA, con múltiples y complejas conexiones entre el agua y los demás elementos vivos y no vivos. Además, las lagunas de toda la zona donde se piensa realizar el tajo abierto se conectan con las nacientes de los ríos y derivan sus aguas, tanto de manera superficial como subterránea, hacia las partes inferiores de la cuenca. El propio Estudio de Impacto Ambiental (EIA) lo señala, al indicar la presencia de “gradientes de agua subterránea que descienden de las cumbres del altiplano a los valles de los cursos de agua”. El EIA reconoce que el proyecto “tiene el potencial de impactar tanto la calidad como la cantidad de los flujos de las quebradas aledañas” y que “representaría una variación en los niveles de infiltración, en la distorsión de los flujos hidrogeológicos como consecuencia (de) presas que cortan casi en su totalidad el flujos subterráneos”.
¿Queda claro este punto? Se va a destruir lagunas que se conectan de manera subterránea con las partes superiores e inferiores de la cuenca, y esos flujos serían cortados “casi en su totalidad”. No lo digo yo.
¿Qué propone el EIA de Conga? Que ese problemita se puede solucionar construyendo cuatro reservorios “de mayor capacidad”. En efecto, el dato es impresionante: los reservorios que construiría la empresa tendrían una capacidad de 10 830 000 metros cúbicos de agua, versus los 2 600 000 que albergan actualmente las cinco lagunas que desaparecerían.
Pero estos reservorios servirán para captar agua de LLUVIA. Eso es lo que tiene que quedar bien claro: los reservorios no sirven para reemplazar de manera integral los servicios medioambientales que brindan las lagunas naturales, los bofedales que las rodean y todo el ecosistema circundante –como lo ha sugerido el propio ministro de Ambiente. Sólo sirven para guardar agua de lluvia, agua superficial. ¡Y eso está muy bien! De hecho, nadie se opone a la construcción de los reservorios, que efectivamente permitirían equilibrar la disponibilidad de agua a lo largo del año. ¡Que se construyan los reservorios! Pero ¡que NO se destruyan las lagunas!
Porque las lagunas no son baldes de agua ni recipientes, como muy bien explica Marco Arana en esta entrevista.
Esa es la diferencia entre un simple enfoque ingenieril tradicional y un enfoque ECOSISTÉMICO. Ollanta Humala se ha hecho merecedor al premio “la frase más tonta del año” cuando dijo, en su discurso : “exigimos a la empresa a que no vengan a hacer reservorios de cemento, queremos la construcción de lagunas modernas para ese trasvase con tecnología de punta, y en ese sentido exigimos a la empresa que haga un mayor número de lagunas”. Lamentablemente, el ser humano aún no ha aprendido a hacer lagunas.
El proyecto Conga se basa en enfoques del siglo XIX y XX (“el ser humano es capaz de reemplazar a la naturaleza” y “los elementos de la naturaleza no tienen relación entre sí y los podemos modificar a nuestro antojo”) que no son capaces de enfrentar el principal desafío del siglo XXI: la disponibilidad de agua en un contexto de cambio climático.
Suena bonito decir “oro y agua”. Pero es imposible cuando el oro está exactamente DEBAJO del agua, como en este caso.
Hay un par de razones adicionales para decir NO a Conga.
Por un lado, que el proyecto no cumple con la Ley. Así es. Lo que pasa es que en el Perú nos hemos acostumbrado a que sólo se cumpla la parte de la Ley que le conviene a algunos grupos poderosos. Pero así como la Ley dice que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) aprueba los EIA, la Ley también dice que las regiones establecen su zonificación económica y ecológica (ZEE). Pues bien, Cajamarca es una de las pocas regiones que ha elaborado ese estudio, que define que la zona donde se piensa realizar el proyecto es “de alta importancia hídrica”. Sin embargo, este análisis no ha sido tomado en cuenta por el MEM. La Ley también decía que las municipalidades pueden declarar “zonas protegidas”. El 2004, la Municipalidad de Celendín declaró como “zona protegida” el área de influencia de Conga. Tres años después, el 2007, Alan García dio un decreto supremo quitando a los municipios esa atribución. Ya sabemos que las leyes no son retroactivas, claro, pero parece que a veces sí. Por último, la Ley (de recursos hídricos) dice que “el Estado reconoce como zonas ambientalmente vulnerables las cabeceras de cuenca donde se originan las aguas” y que “la Autoridad Nacional (del Agua, ANA), con opinión del Ministerio del Ambiente, podrá declarar zonas intangibles en las que no se otorgará ningún derecho para uso”.
Es decir, la Ley también ampara a los que nos oponemos a Conga. Pero, como dijo Stanislaw Jerzy Lec, “todos somos iguales ante la Ley pero no ante los encargados de aplicarla”.
Por último, hay un serio problema de credibilidad. No a Conga, también, porque ¿quién le cree a Yanacocha? Claro, podemos abstraernos, irnos al mundo de las ideas y no a la historia concreta. Pero si vemos el prontuario de Yanacocha, una empresa cuyos “services” de seguridad han hecho seguimiento parapolicial a líderes ambientalistas (uno de los cuales fue asesinado en circunstancias que aún no han sido aclaradas), una empresa que empezó con un proyecto que implicaba desaparecer cuatro lagunas y que ya ha destruido más de 20, una empresa que derramó mercurio y luego pasó piola, ¡en fin! Son demasiados casos como para hacer tabula rasa. En estas cosas también cuenta la trayectoria.

El proyecto Conga se basa en enfoques del siglo XIX y XX (“el ser humano es capaz de reemplazar a la naturaleza” y “los elementos de la naturaleza no tienen relación entre sí y los podemos modificar a nuestro antojo”) que no son capaces de enfrentar el principal desafío del siglo XXI: la disponibilidad de agua en un contexto de cambio climático.

Un antes y un después
Conga marcará un antes y un después en el Gobierno de Ollanta, como lo han entendido desde Aldo Mariátegui y la CONFIEP hasta Gregorio Santos y Marco Arana.
Aún no se cruza el rubicón, para usar la metáfora de Aldito M.
De hecho, hasta antes del discurso de Ollanta esta semana, las reacciones habían sido bastante cautas, y el ministro del Ambiente ha ofrecido una revisión del EIA que todos estamos esperando. Lo que ha hecho Ollanta, salir a dar declaraciones como las que ha dado sin contar con el informe del ministerio de Ambiente, ha sido cuando menos audaz. Y ha demostrado, sinceramente, ignorancia y torpeza en varias de las cosas que ha dicho.
Pero todavía se puede rectificar. Tan simple como que el ministerio del Ambiente emita un informe técnico y se decida en base a eso. EN BASE A ESO, y no al monto de inversión, a los compromisos, a Pensión 65 o al gravamen. O, si se quiere más neutralidad, que el EIA se envíe a la UNOPS, cosa que hasta Alan García hizo con el proyecto Tía María. Por cierto, en aquella ocasión el organismo internacional hizo 138 observaciones al estudio, demostrando que realmente los criterios que usan el Estado peruano son risibles.
Ojo, repito: aquí no se trata de ser “antiminero” o “prominero”. Para el caso, ambas posturas son ideológicas. AMBAS. Se trata de juzgar si Conga va. Todo indica que, si Conga va, la población va a sufrir escasez de agua en los próximos 15 o 20 años, y eso que aún no hay un modelo matemático elaborado por SENAMHI sobre los efectos del cambio climático en la zona. Entonces, la pregunta de fondo es: ¿este Gobierno es capaz de poner los intereses de campesinos concretos por encima de los proyectos de inversión de una empresa?
Esa es la pregunta. Porque si se trata de conseguir plata, pues que le cobren los impuestos a la Telefónica, que hagan la reforma tributaria y que luchen contra la corrupción, que fue lo que se prometió en campaña. Ese fue el compromiso electoral, no Conga.
Ollanta ha dicho que no acepta chantajes de nadie. La prensa de derecha lo ha interpretado como chantajes de la población en pie de lucha. Pero ¿no es un chantaje decir “si no va Conga peligra el gravamen minero”? Ese es el verdadero chantaje.
Tenemos derecho a exigir
En algunos espacios se ha vuelto una especie de lugar común rechazar a los que critican o burlarse de los que “esperaban algo”. Son dos extremos que llevan a lo mismo.
Por un lado, parece ser que si uno es crítico a Ollanta “le hace el juego a la derecha”. Cosa más absurda: este es un proceso en disputa, todos lo sabemos, y así como la Sociedad Nacional de Minería tiene derecho a mover todas sus fichas para presionar al Gobierno, nosotros, el 30% que votó por un cambio en primera vuelta, también tenemos derecho a presionar, si es necesario con movilización social, para que ese cambio se haga realidad.
Por el otro lado, algunos señalan que “Ollanta nunca fue de izquierda” y que si esperábamos un cambio de modelo hemos sido unos ilusos. Pues ese es otro absurdo. Aquí Ollanta no tiene que ser de izquierda para respetar el derecho al agua de la gente. Tampoco tiene que haber un cambio de modelo para que un proyecto específico no sea aprobado. Simplemente le exigimos a Ollanta no sólo que cumpla con sus promesas, sino que cumpla con el rol que tiene el Estado: garantizar los derechos de los ciudadanos.
*Este artículo fue publicado originalmente en Alerta Perú.

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Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto
y la Minería Nuclear en todas sus formas

Los ciudadanos del territorio argentino decimos NO a la minería química con la modalidad a "cielo abierto" y a la minería radiactiva en todas sus modalidades (cielo abierto o por galerías).

  • Pedimos la nulidad y derogación de la Ley de Inversiones Mineras (Ley Nacional 24.196) y normas complementarias.
  • Exigimos la derogación y anulación por parte de la República Argentina del "Tratado de Integración Minero Argentino-Chileno".
  • Reclamamos el cierre definitivo y la recomposición del ambiente, según el art. 41 de la Constitución Nacional, de todas las minas abandonadas y aquellas que están funcionando y no respetan la ley general del ambiente (ley nº 25675).
  • Pedimos previa autorización expresa para la utilización de recursos hídricos compartidos de las poblaciones de las provincias potencialmente afectadas por un emprendimiento minero que se expresarán por referéndum y demandamos la participación de la autoridad ambiental nacional en caso de efectos ínter-jurisdiccionales.
  • Pedimos se respeten estrictamente los principios ambientales preventivo, precautorio y de sustentabilidad contenidos en la ley general del ambiente y la sanción de caducidad de las concesiones mineras en caso de incumplimiento.
  • Reclamamos la detención y prisión de los empresarios mineros que contaminan el medio ambiente con sus delitos y la misma condena para los funcionarios públicos cómplices.
  • Denunciamos los planes nucleares que se fomentan desde el gobierno y enriquecen a los empresarios mineros que desarrollan emprendimientos mineros radiactivos.
  • Reclamamos expresa "Licencia Social" y participación ciudadana real y efectiva previas a los procesos de autorización de actividades mineras.

¡Sí a la vida y a la dignidad! ¡No al saqueo, destrucción y contaminación!

¡Sumá aquí tu firma a este reclamo!